miércoles, 27 de julio de 2011

LA CURACIÓN SHAMÁNICA DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE

LAUN TESTIMONIO PROFESIONAL FIDEDIGNO SOBRE LA CURACIÓN SHAMÁNICA DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
LA DEPRESIÓN ENDÓGENA
LA ESQUIZOFRENIA
LA DROGADICCIÓN Y DEPENDENCIA DE MEDICAMENTOS                                 
Y DE MUCHAS ENFERMEDADES DEGENERATIVAS 
CON LAS PLANTAS SAGRADAS DE PODER (AYAHUASCA, SAN PEDRO, TABACO, GUAYUSA, ETC.) DEL SHAMANISMO INDIO-AMERICANO.

LA CURACIÓN SHAMÁNICA
DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
TRADUCIDO DEL INGLÉS POR VALENTIN HAMPEJS

DEBORAH HOY (Australia)

En el Shamanismo se considera la “Pérdida del Alma” como el diagnóstico más grave que es visto como la causa de enfermedades y muerte. Sin embargo, a este respecto no se en­cuentra ninguna refe­rencia en la literatura de la medicina moderna. Está aclarán­dose de manera creciente que aquella “Pérdida del Alma”, a la que hace referencia el shamán – que consiste en la lesión del núcleo invio­lado o sea la esencia del ser humano – está ma­nifestándose como desesperación, perjuicios inmu­nológicos, cáncer y un sin­número de otros desórdenes serios. Parece poder produ­cirse a consecuen­cia de la pér­dida de la rela­ción con seres queridos, la carrera profesional u otras adhesiones impor­tantes.

Jeanne ACHTENBERG: “The Wounded Healer” 



LAKSHMI’S STORY
Ha sido sumamente difícil para mí expresar en el lenguaje de mi alma la experiencia de en­con­trarme en las colinas de los Andes de Venezuela con las Plantas Maestras, el San Pedro y la Aya­huasca. 

Después de mi trabajo con Simón Green aquí en Avalon (Australia) durante el año y medio pa­sado, se hizo imperante que tendría que obtener el acceso a estas medicinas, cuyos efectos curativos fueron bien documentados para trastornos inmunológicos, depresiones, el alcoholismo y la drogadic­ción.  

Ahora, habiendo experimentado su potencia curativa de primera mano, aprecio plenamente la frustración de curanderos con respecto a la legislación corriente sobre la importación y la inges­tión de estas medicinas.
Las medicinas son un componente crucial para su propio proceso, así como para aquel de los pacientes y de la colectividad. Aquellos que caminamos por la senda del despertar por el mundo sen­timos con fuerza que es criminal prohibir su uso shamánico, pero eso es una historia muy diferente. Tal vez, el maestro de este bloque lo seguirá trabajando si no lo haya hecho ya; o tal vez le guste dar un vistazo a la opinión del Dr. Valentin Hampejs sobre este tema.

Para poder liberar el esquema energético sutil (la memoria celular y reticular) del cuerpo de seme­jantes energías negativas, destructivas y cargarlo (“vitaminizarlo”) con fuer­zas vi­tales naturales, se necesita, sin embargo, de instrumentos mucho más profun­dos y eficientes que aquellos, de los que dispone la psicotera­pia convencional, a saber: el empleo shamánicamente administrado de las lla­madas “Plantas Sagradas de Po­der” del Shama­nismo Indio-Americano.

Su notoria incriminación como “drogas” por la OMS (Organización Mundial de Sa­lud) no es sola­mente anticuada, porque siempre ha sido insostenible a la luz de la sa­bidu­ría ancestral del Shama­nismo, sino es completamente absurda y verdadera­mente grotesca, porque – entre otras co­sas – ¡las “Plantas Sa­gradas de Poder” tam­bién son sumamente aptas para curar la misma drogadicción, siendo ésta igual­mente incurable para la medicina formal!

¿Porque, a decir verdad, deberían ser prohibidas las medicinas psicocatalíticas o shamánicas, las que no producen ninguna dependencia y son caracterizadas por una po­tencia curativa inasequi­ble para la medicina formal, si son utilizadas experta­mente por un shamán experimen­tado; cuando se­mejantes ve­nenos, gravemente adictivos, como el opio o la morfina pueden ser usados legalmente en nuestras clíni­cas? ¿Acaso, sola­mente porque los doctores no saben mane­jar las medicinas sha­máni­cas? En el inte­rés por la salud de toda la humanidad, la investiga­ción remo­zada de los efectos curativos de estas me­dicinas psicocatalíticas – ¡pero ahora seria bajo un pilotaje competente, pues shamánico! – ha lle­gado a ser una exigencia incondi­cional de nuestro tiempo, que no de­bería ser más apla­zada de aquí en ade­lante.

Dirigir consultas a:
         DR. HEINZ VALENTIN HAMPEJS
           VHampejs@gmail.com

         
…………. ¿Dónde estaba? ………. ¡Ah! Por cierto.
Simón,  habiendo sido iniciado en la tradición shamánica de Sudamérica en Colombia y Brasil, estaba ansioso de reencontrarse con la sagrada planta medicinal Ayahuasca. El encon­traba al Dr. Valentin Hampejs por medio de un artículo, el que había leído mientras investigaba sobre plantas medicinales en el Internet. Este artículo, escrito por Alan Shoemaker con el título “Grace and Madness” (“Gracia y Locura”) en www.chin­chilejo.yage.net/grace.html. Es un librote largo, sin em­bargo vale mucho leerlo
Aquí se encontraba una descripción del buen doctor, y Simón tenía suficiente interés para seguir in­vestigando el trabajo de Dr. Hampejs. Alan, del mismo modo como nosotros, estaba bus­cando curan­deros experimentados que trabajaran con ambas plantas medicinales, el San Pedro y la Ayahuasca. Aquí está lo que Alan Shoemaker tiene por decir sobre Valentin Hampejs. Valentin – Dr. Valentin, neurólogo, psiquiatra y médico en medicina general.
Nacido, criado y educado en Viena, Austria, el es el shamán más asombroso con quien había es­tado  ja­más. Hablando el habla y caminando el camino al principio es una cosa muy, muy difícil para hacerla. Todos nos desviamos de vez en cuando, sé que yo también y no busco subterfugios para esto. Es muy difícil mantenerse a la altura cuando estás visitado constantemente por amigos y fami­liares y estás le­vantando una familia. Una vez nacido mis niños, las cosas comenzaron a compli­carse mucho. Cocinar para dos estilos diferentes de vida, por ejemplo, es complicado y costoso. Además, en el calor de la jungla, no hay nada mejor que una cerveza helada para satisfacerte. Así que ni si­quiera intentaba a ca­minar el camino por años ya.
Edna, la esposa de Valentin, es muy asombrosa también y trabaja de mano a mano con él. Tam­bién tienen dos niños. Valentin? – Los niños son criados completa­mente dentro del camino y no cono­cen otro camino. El practica tanto la medicina mo­derna como el shamanismo / curanderismo. Su casa y su cuerpo son un altar. Además es un hombre muy, muy gracioso, le gusta reír, y su risa es conta­giosa. El es el único cu­randero / shamán en el Ecuador quien fue autorizado por el gobierno de ad­ministrar las Plantas Sagradas de Poder. Si quiere conocer más sobre él busca lo en www.chin­chi­lejo.yage.net El es cosa seria y no hay muchos como él.... y Alan afirma también: “Él es un hombre ver­daderamente asom­broso, un shamán excelente y el único curandero al quien conozco y para quien emplearía el término shamán.
LA HISTORIA DE MI ENFERMEDAD

Para aquellos que no me conocen personalmente: hace doce años que se me diagnosticó un pro­ceso desmielinizador etiquetado de Múltiple Esclero­sis. Para aquellos que no sean familiari­zados con la MS (Múlti­ple Esclero­sis), los médicos opinan que el cuerpo está dirigiendo equi­voca­da­mente anti­cuerpos y células blancas de la sangre contra las proteínas de la cu­bierta mielínica que cubre los ner­vios en su cerebro y médula espi­nal. De esto procede una inflamación y un daño a la co­bertura y fi­nal­mente a los nervios envueltos por ella. Esto desgasta a los nervios. El resul­tado puede consistir en múltiples  áreas de cicatri­zación. Estos da­ños pueden reducir la velocidad o bloquear las señales ner­viosas que controlan la coordinación muscular, la fuerza, la sensa­ción y la visión – frecuentemente terminando en un debilitamiento com­pleto.

Un día, en septiembre de 1994, me fui a trabajar como de costumbre, pero sucedió algo que iba a cambiar completamente mi mundo. Después de haberme rociado con un ato­mizador de agua de ro­sas, sentía una comezón bajando del centro de mi cara, algo pare­cido al entu­meci­miento que se ex­perimenta con una inyección dental. Después de esto volvía pronta a casa, por­que la nausea y el dolor de cabeza estuvieron aplastantes. Al anochecer lla­maba a mi hermano Ja­mes (mi compa­ñero estaba en Vietnam) para que venga y se quede con­migo por la noche, por­que estaba muy desorien­tada y temerosa. La nausea y el vértigo fue tan arrollador que tenía que arras­trarme hacia el retrete para vomitar. Entre los ataques de ir a gatas y de vómitos, solamente estaba acostada en mi cama sosteniendo mi nuca con la intención de cal­mar los chispazos eléc­tricos que se dieron dentro de mi cabeza.                                                        

En la mañana estaba incapaz de caminar y me admitieron al hospital. Los vómitos continua­ron, mi pierna derecha estaba paralizada, mi visión estaba malográndose rápidamente, así mismo como mi habla y mi coordinación. 
Los dolores de cabeza eran de una proporción fenomenal, acompañados de espantosos tem­blores y una fatiga debilitante.
Resultó que la fatiga no iba a desaparecer a lo largo de doce años.
Sinceramente pensaba que iba a morir – sí, luz blanca estaba también presente.
Días más tarde, después de la embestida de una batería de exámenes neurológicos, pa­tológi­cos y diversas pruebas diagnósticas (puede imaginarse que en esta situación me sentía como empu­jada y codeada despiadadamente) se SUPUSO que tal vez tenía una apoplejía, o eventualmente podría tener un tumor cerebral. Cuando el profesorado nos había comunicado esta novedad, re­cuerdo que salía y entraba muchas veces de mi conciencia, vagamente percatándome de las caras serias de los amigos de la familia y del equipo de médicos.
Mientras que estaba en mi cama del hospital cuatro semanas después, tan inútil, con mi cuerpo entumecido, todavía imposibilitado de caminar sin ayuda o tener la plena vista, meditaba cada día (“Si es un tumor, me iré para vivir en la selva, arriba en los árboles con una torrente de amantes jóvenes, mucha ganja y provisiones ilimitadas de frutas tropicales, siete bellos sarongs, uno para cada día de la semana, y mi fiel laptop computadora [con un generador silencioso insta­lado])”
Estaba decidida firmemente de salir del hospital tan pronto posible, escapaba dos veces con la ayuda de la familia, pero cada vez me pidieron con cortesía que regresara.
También estaba decidida de quedarme fuera de la silla de ruedas, y al utilizar un andador por arriba y debajo de la sala del hospital por largas lentas horas todos los días del mes que es­taba ahí, me hice suficientemente fuerte para mostrar que – al utilizar un marco de ayuda para caminar – había vuelta a poder caminar.  Con tal que debían dejarme salir inmedia­tamente.
Sin embargo, su criterio para mi despido estaba relacionado con el resultado de la Reso­nancia Magnética de mi cerebro y la médula espinal  así como de la punción lumbar, para poder definir mi condición de salud. Créemelo, ellos obtuvieron sus resultados y yo el diagnóstico oficial de MS.
            Los especialistas me despidieron y el inmunólogo me aconsejo que lo mejor fuera vender mi ca­rro, porque no podría manejarlo más. El neurólogo me dijo que me preparara para lo peor, a saber conti­nuas degeneraciones, teniendo que pasarme la vida en una silla de ruedas, eventual­mente por todo el tiempo. Muy alentador...
Mi conciencia de mí misma y mi autoestima siempre estaban fuertemente identificadas con mis aptitudes físicas; y aquí estaba observándome al levantar a la cama mis cuatro piernas (tenía doble visión) con mis manos. Cuando intentaba de caminar sin ayuda, experimentaba una falta de control muscular en mis piernas, teniendo que estar parada con las piernas abiertamente aparta­das, porque de otra manera iba a perder el equilibrio y la coordinación y encontrarme en el suelo. Esto tiene el nombre gracioso de “Paso atáxico”.No tiene ni una buena apariencia ni es muy diver­tido. Oh sí, no podía escribir, mantener utensilios en mis manos, bañarme sin asistencia, la lista sigue conti­nuándose. A mí me gustaba moverme y bailar, no arrastrarme por el suelo. (¡Imagi­nase, arrastrán­dome a la nevera para conseguir comida estaba más veloz que intentando de ca­minar!) La bailarina dentro de mí estaba profundamente entristecida con estas novedades. Esto era realmente un reto.
Durante los siguientes nueve meses lloraba mucho, sin embargo recuperaba completa­mente mi capacidad para caminar y hablar. Había una habilidad intermitente de ver a través de la doble vi­sión y por eso manejaba el carro (mandé a construir lentes especiales). A pesar de mi de­bilidad física global y de muchos reveses estaba firme mi determinación de liberarme de esta con­dición y la man­tuve inquebrantable. 
Tenía muchas recaídas desde 1994 con síntomas inmediatamente aparentes para los de­más, temblo­res de la cabeza, disfagia (dificultades de tragar), ataques de babear o comerme las silabas al hablar (¡Muy bonito!) ataques de tos e hipos.
Adicionalmente había también irritantes síntomas ocultos como dolores, sensaciones alte­radas y pro­blemas cognoscitivos como pérdida de memoria, que se manifestaron y retaron du­rante estos años. Había constantemente dolores intensos de la nuca, sensaciones de calor, entu­mecimiento, debilidad e indicios de L’Hermitte (denominado de un neurólogo francés). Esto es un síntoma de aquellos que sufrieron una lesión de la columna cervical. Es una onda de choque eléctrico que se tira en la co­lumna por abajo hacia los miembros, una sensación sumamente des­agradable. De hecho yo escuché que fue denominado “El Muchacho Francés” (hmmmm! Prefiero un muchacho francés con una téc­nica diferente que aquella por debajo de la columna. ¡Muchas gracias!)
            Cuando ocurre una recaída es una lucha de mantenerse positiva, porque sientes con angus­tia, de hecho horrorizado del desconocido e imprevisible que esto podría debilitarte total­mente esta vez. ¿Cuanto tiempo durará, que forma va a tomar esta vez? Esto, combinado con la recaída te tira  en otra ronda de tener que procesar pesares.
El último pero no el peor síntoma invisible es el constante cansancio.
Al leerlo, muchos hermanos y hermanas en estas circunstancias irían afirmando de buenas ganas que esta fatiga debilitante es el síntoma más consistente, que puede mandarte a la cama para días o semanas y más allá de esto. Muchas veces es difícil para otros apreciar el efecto de los sínto­mas ocultos para quien tiene esta enfermedad, particularmente con respecto a la ocupa­ción laboral. De hecho, el cansancio es una de las mayores razones de desocupación entre gente con MS.
Como puedes ver, puedes como yo estar no más paralizada o con la vista deteriorada. Sin embargo estás discapacitada por los fenómenos físicos y la fatiga del sensorio. Esto está relacio­nado directamente con la enfermedad y muchas veces te hace incapaz de trabajar así como estu­vieses paralizada o tuvieses alguno de los otros síntomas de la MS, definidos clínicamente. Un comentario familiar que solía escuchar era: “¡Pero tienes un aparecer tan bueno - para alguien con MS!”

            Los síntomas “invisibles” de la MS producen un juego singular de problemas. Alguna gente supone que realmente no tienes una enfermedad. En mis tempranos días de inseguridad, sentía que tal vez me consideren como fraudulenta. Todo el mundo experimenta la fatiga, pero las per­sonas con MS son afectados por un duro cansancio que puede ser aplastante. Esto puede resultar muy difícil de explicar en situaciones sociales. Personas con MS frecuentemente se gastan con esfuerzos adicio­nales como levantar las piernas al caminar – lo que una vez era secundario. Estos esfuerzos están aumentando la carga de la fatiga global de la MS.



EL VIAJE PARA ENCONTRAR EL MÉDICO ADENTRO
 

Por acontecimientos accidentales en los primeros años me encontraba en el cuidado amo­roso pero tenaz del difunto Eric McNALLY (Eric El Molino de Huesos, un Quiropráctico & Médico Naturista) y de su comprometido aprendiz Robyn Berkeley. El había sido testigo de mi rápido em­peoramiento en el hospital e instruyó a mi familia de llevarme a casa para poder comenzar con tratamientos que ini­ciaran el regreso hacia la vitalidad.

            Estando en casa durante este tiempo, finalmente cogía los libros que amigos compasivos habían dejado a la cabecera de mi cama. La literatura parecía poner en lista infinitas exacerbacio­nes posibles y como viajar temerosamente hacia una declinación en una silla de ruedas y enton­ces la eventual muerte, todo enfatizado desde la perspectiva médica.
Les tiraba todos a la basura.
Cuando tenía exacerbaciones, nunca me acercaba a una inyección o un hospital. Nunca re­gresaba a mi profesión en Tecnología Informática, lo que era la parte mayor de mi vida y estaba absorta trabajando.
No pasaba mucho tiempo para renunciarme de mi negativa con respecto a mi estilo enfer­mizo de vida y relación.
Sabía que tenía que hacer cambios tremendos y eventualmente estos cambios se habían lle­vado a cabo,
Finalmente, eliminadas mis supuestas seguridades, sin trabajo o cualquiera de mis anterio­res responsabilidades, estaba lista para experimentar mi nuevo estilo de vida, con “esa cosa”  lla­mada MS. Me concentraba en mi rehabilitación, pasaba tiempo con la familia y amigos y evitaba situaciones estresantes que podrían provocar una exacerbación. Es más fácil decir que hacerlo.
Una parte mayor de mi rehabilitación involucraba consultas con Raman Das MAHATYAGI, un amigo desde mucho tiempo y talentoso Vaidya (Médico Ayurvédico), quien continuaba tratando la pérdida de mi vitalidad con plantas naturales y medicinas mineralógicas de los Himalayas. Su Clí­nica Ayurvédica estaba en Katmandú hasta que se mudaba para comenzar a practicar en Syd­ney.
Ayurveda es un sistema de curación ancestral de la India, cuyo enfoque principal consiste en recuperar / poner en equilibrio la fuerza vital interna como fundamento de todo tratamiento. Ayur­veda nos proporciona las herramientas para entender nuestra na­turaleza y vivir en armonía con ella.
            Durante los últimos tres años estaba bendecida al recibir tratamientos quiroprácticos en unión con sesiones de Técnica-Neuro-Emocional (NET por sus siglas en inglés), que me fueron facilitadas por otro facultativo talentoso y amigo, el Quiropráctico Matthew BOURKE.
            Quiroprácticos creen que el deficiente alineamiento de las coyunturas vertebra­les, llamado subluxación vertebral, estorba los mecanismos corporales de auto-regula­ción a través del sistema ner­vioso, de lo que resulta una disfunción corporal.
            Escogía estas formas de curación, porque todas ellas tienden a balancear la fuerza vital innata y cada una produce la curación al nivel celular en una manera singular.
            En noviembre de 2004 estoy echada por primera vez en la mesa de tratamientos para reci­bir mi primera sesión craniosacral de Simon GREEN. Con esto comenzaba otra etapa muy IMPOR­TANTE en el proceso de mi curación, que me conducía directamente a mi viaje a Sudamérica y los siguientes resultados.
Esta primera sesión era un parto extraordinario... el parto de mi corazón. Sentía la esencia de la Ayahuasca (conocida de Abuela y Soga del Alma) impregnando y circundando el espacio. Pude olerla, me sostuvo en sus brazos. Me dio la bienvenida a la casa.  
Desde este entonces experimentaba la firmeza y suavidad de sus sabias enseñanzas. Para mí, ella es la más pura maestra del espíritu femenino.
Un año más tarde en los trabajos de mis últimas pocas sesiones en noviembre / diciembre 2005 se encontraba con urgencia la aparente necesidad de encontrarme con las Plantas Maes­tras. Se me hizo ver la curación celular virtual. Vi  las mitocondria, el mismo ADN e inmediata­mente reco­nocía estos como el sitio de mi curación. El espíritu me estaba dirigiendo hacia La Me­dicina. Era tiempo. Simon estaba de acuerdo y yo estaba lista. 
           Naturalmente, Simon deseaba reencontrarse con la Abuela Ayahuasca, y mi propio pro­ceso nos dirigía ambos al San Pedro por medio del  Dr. Hampejs.
           En este tiempo hemos sido los únicos participantes. Sin embargo, muchos impedimentos obsta­culizaron nuestra participación en el Seminario Navideño 2005 de Valentin.
Finalmente, en una partida retrasada hacia el fin de enero, nos vimos unidos con Kerrie y Jus­tin para una aventura muy grande en Venezuela.
EL VIAJE
Llegamos en Mérida el martes 2 de febrero del  2006. Me alegré poder encontrarme con los ojos son­rientes de Valentin en el aeropuerto. Finalmente estábamos aquí.
¡Vamos a ver!
Todo nos abrazábamos, nos lanzábamos al 4 WD y nos habíamos ido a nuestra posada, donde pasábamos las siguientes dos semanas. En el camino, mientras algunos experimentába­mos un tipo de mareo debido a la carrera tortuosa cuesta arriba en la montaña, Valentin me inter­rogaba sobre mi estado corriente y pasado de salud y qué síntomas tuviera actualmente. Tenía cierta impre­sión que estaba escaneando todas las personalidades alrededor de él.
Valentin y su bella esposa Edna nos colocaron en nuestra nueva casa y nos dejaron con las siguientes instrucciones: Ayunar antes y después del día de cada ceremonia. Nos iban a reco­ger a las 2 y media PM en el día de la ceremonia para irnos a la casa de Valentin, donde íbamos a reunir­nos acerca de las 3 PM en el sitio de la ceremonia para prepararnos para el ritual de toda la noche.

            Después de nuestros largos vuelos, pasábamos felizmente descansando durante los pocos días siguientes en preparación para nuestra primera ceremonia en la tarde del domingo, febrero 5.
En la tarde de la primera ceremonia Simon y Valentin pasaron algún tiempo consultándose mutuamente, después se unieron con nosotros en el sitio de la ceremonia, junto con Edna. Des­pués de esta discusión, Valentin les anunciaba a Kerrie, Simon y Justin que iban a recibir nuevos nombres espirituales y se les instruyó que estos nombres se utilizarán durante las ceremonias y  la convivencia entre las ceremonias.
Curiosamente me instruyeron a escoger mi propio nombre.
Retrospectivamente siento que el espíritu de las plantas ya comenzaba a introducirse en mi corazón en este mismo momento. Inmediatamente me vi eligiendo el nombre de la deidad hindú LAKSHMI, la diosa de la abundancia; y durante los rituales que iban a celebrarse me per­caté de que le invocaba y me sumergía en sus cualidades.
Al proferir su nombre me experimentaba descargada de la inmensa aprensión, de la cual no dudo de contárselos a ustedes, tenía mucha. Estaba consciente de que abriéndome al flujo de lo que iba a suceder era aquel que siempre había deseado. Lakshmi me guiaba para mantenerme abierta para el misterio, abierta para la energía de las plantas, abierta de mantener el camino claro para permitir el flujo libre de las energías de las plantas a través de mí.
Siempre amaba el sonido de su nombre – Lakshmi – es un sonido delicioso, suculento, el so­nido de aguas corrientes, un nombre lleno de fuerza vital. Todas estas imágenes alumbraron aquello de lo que fui privada, porque mi sistema nervioso estaba tan deteriorado y tan frito.
Así, con nuestros nuevos nombres, nos reuníamos en el lugar para escuchar a Valentin, quien nos dio un “Súper Download” de su libro “Shamanic Ecstasy of Consciousness - Principio Medular de la Medicina Shamánica” publicado en español y alemán. Felizmente se nos dio la versión en inglés – Valentin habla numerosos idio­mas y ocasio­nalmente sucede que está mezclándolos.
Después nos acostábamos para la ingestión del jugo de tabaco por la vía nasal. ¡Créanme, no querrán conocerlo!...  pero para aquellos que sí quieren, la razón para la ingestión nasal de jugo del tabaco consiste en que los nervios nasales (olfatorios)  son los más cortos del cuerpo humano co­nectados directamente con el cerebro, al que el tabaco puede estimular muy directa­mente con su vibración medicinal.
Después de tres horas de oraciones de protección y purificación e invocaciones ofrecidas a una sección representativa de deidades (tanto cristianas como védicas, además de los Arcángeles celestiales y guerreros indígenas ancestrales), había llegado la hora para beber. 
Mi ignición (de hecho debería leerse iniciación, pero funciona del mismo modo) comenzó al ofrecerme la primera copita. Igualmente sorprendente era que se me había ofrecido la combina­ción de Ayahuasca y San Pedro. Había esperado que fuera a tomar solamente San Pedro en las ceremo­nias para mi curación. En mi discurso interior solamente Shiva iba a encontrarse con Aya­huasca durante esa noche.
Me habían tirado. Mi mente estaba protestando la decisión de Valentin; él se había equivo­cado. Pensé: “No a mí, Valentin, pase la Ayahuasca por debajo de la cola a Shiva”.
Sin embargo, retar al maestro a estas alturas no era una actitud apropiada. Me recu­peré, saltando hacia la idea “¡Si vas a tener expectativas, entonces ESPERA LO INESPERADO!” Por con­siguiente, con mi atención fuertemente fijada en mi intención de curarme, respetuosa­mente tragué la copita del brebaje divino. Durga, Shiva, Christopher y luego Valentin siguieron del mismo modo.
No pareció nada de divino y era el menos atractivo líquido, que tira a moreno, negro, verde y tamarindo, sumamente viscoso y amargo. Además, todas las caras lo exhibieron.
Con las instrucciones de mantener la medicina adentro tanto tiempo posible, ahora nos aco­modábamos alrededor del sitio. Tal vez había pasado una hora. Me sentía invadida por un estado soñoliento, nebuloso estado de letargo que iba a continuarse como una sensación de tran­quilidad. Esto se continuaba con una sensación de un marcado escalofrío.   .
¡Entonces se posesionó el impulso de purgarse!
Pensé “Voy a pararme e ir para vomitar”. ¡Fácil! Sin embargo, en el proceso de ganar la posi­ción vertical me inundaron olas inmensas de mareo. Tanto que tenía que sostenerme en las varas de bambú que apoyaban el techo por encima del lugar. A pesar de esto, el impulso conti­nuaba forzándome hacia fuera, todavía muy inestable, hacia el campo para mi primera náusea.
No me quedaba mucho en el campo por esta primera vuelta.
            Estaba sintiendo que Ayahuasca había sido benigna conmigo. Cuando intentaba empren­der mi camino tambaleante de vuelta al fuego, llegó Valentin para encontrarme en la “Senda de Purga” y alentarme a internarme otra vez en el campo junto a él.  Bondadosamente me mostraba técnicas avanzadas para vomitar y firmemente me dio las instrucciones sobre como purgarse PLENA­MENTE. No me voy a los pormenores, pero los dedos y el cuello estuvieron involucrados. Tam­bién se me dijo que vocalizara el expulsar hacia arriba y fuera la materia REPUGNANTE, AS­QUEROSA y PUTRIDA.
¡Gracias Señor! Verdaderamente una forma shamánica de arte (¡Iba a terminar la escuela, ami­gos! ¡Aquí fuera no había servilletas de lino para sobarse los labios después!).

ALTAR DEL FUEGO SAGRADO
Después de exitosos resultados en esta forma de arte recientemente reconocida, manio­braba mis pasos de vuelta bajando el sendero y recuerdo que al levantar la mirada que Shiva, Durga y Christopher habían regresado todos del campo y estuvieron sentados atrás y al lado del fuego sa­grado. Sin embargo, me descubrí a mí misma sentada en el asiento de Valentin frente al fuego sagrado, básicamente porque no podía tambalearme ni un paso más. En las futuras cere­monias iban a producirse muchos vértigos, titubeos y arrastramientos más. ¡Ay de mí!
Valentin no estaba lejos detrás de mí. Luego preparaba una poderosa sustancia llamada “Agua de Florida” para acomodar mi estómago. ¡Gracias! Se produjo una enorme diferencia con la náusea que había experimentado.
           Valentin se sentó a mi lado y comenzaba a cantar más cánticos devocionales. Todos estába­mos sentados. Valentin continuaba relatando cuentos. En esta noche especial, uno de es­tos relatos incluía un cuento sobre el cuerpo que me pertenece a mí – una historia que conducía hacia una cura­ción en esta misma primera ceremonia.
           Decía, Valentin estaba sentado a mi lado en la banca de ma­dera, desde donde diri­gía la ceremonia, fumando tranquilamente su pipa, cuando de repente se dirigía hacia mí pre­guntán­dome si había un abuso en mi familia.
“No”, decía yo, pero realmente sentía que él se imaginaba que yo había sido abusada.
“¿Quieres decir que yo...?”, preguntaba para que me lo aclarare.
“¡Sí!  ¿Has sido abusada cuando niña?”
Estaba callada, incapaz de contestar inmediatamente. Me observaba me­neando mis pier­nas como una niña de diez años de edad, sintiéndome abandonada pero tirada por adentro de una luz con­cen­trada para revelar una historia que ¡ni siquiera sabía que la tenía! Esta situación me hizo sentir muy incómoda. Me sentía verdaderamente vulnerable y desabrigada frente a los presentes que no eran íntimos míos. 
No contestaba y Valentin preguntaba de nuevo: “¿Fuiste abusada alguna vez sexual­mente?”
Tomen en cuenta que me estaba sintiendo completamente incrédula con respecto a la di­rec­ción que estaba tomando la medicina, y todas mis respuestas parecían estar muy elabo­radas.
Decía: “Err... umm...“. La niña de diez años  comenzaba a recordar algunas cosas.
“¿Sí o no?”, preguntaba Valentin con firmeza.
“¡Bueno, sí!”
“¿Ha sido un miembro de la familia?”
"No."
"¿Un tío?"
“No."
"¿Alguién a quien conocías?"
"Sí"
"¿Quién?"
"Era un sacerdote."
            "¡Aaaaaha! Hmmmm…" era la respuesta de Valentin.
La liberación había comenzado.
            Desde mi vuelta a casa he leído que el objetivo del maestro curandero consiste en hacer que su paciente “florezca” durante la ceremonia, de hacer que el subconsciente se “abra como una flor”.
            Esto resultaba ser la metáfora más bella y perfecta para el desarrollo de la noche.
Ahora, Valentin y yo nos mirábamos de cara a cara, siendo yo todavía incrédula con este des­cubrimiento, cuando de repente la medicina comenzaba a hablarme directamente.
Sentía como si la medicina se hubiese apoderado de mi cuerpo, buscando, investigando mis células. Observaba la cara risueña de Valentin, que se metamorfoseaba en una exhibición de dia­posi­tivas de diseños geométricos y filigranas.
Me mantenía con conciencia lúcida pero sentía la medicina tejiendo y corriendo a través de mí en la misma manera como los diseños bailaron en la cara de Valentin. La conciencia de la na­turaleza misma estaba expresándose de manera magnífica a mí.
Tal como Valentin lo hacía en el campo más temprano durante esa noche, la medicina me ins­truía de nuevo con firmeza: “Permita la curación, Lakshmi, libérate...  fluya... recuerda lo que bus­cas... mantente abierta... CONFIANZA... entrégate… mantente abierta para la verdad”.
En el momento en que me entregaba a la sabiduría de la planta, sentía que mis células reci­bían las dádivas que había esperado en favor de mi curación. 
Era un momento poderoso, definitivo y humillante. Un momento que al recordarlo todavía me quita el aliento.
Durante esta noche, mi alma se liberaba finalmente de la culpa que me fue impuesta por el Catolicismo durante mi infancia, como castigo por haberse despertado mi sexualidad a una edad temprana. Involuntariamente había sido cargada con el impacto de este tono hiriente de mi Alma.
La analista jungiana Marion WOODMAN llama al entierro del trauma en el cuerpo “Rincones Psicóticos”. John UPLEDGER utiliza el término “Quistes Energéticos”. Stanislov GROF denomina el mismo fenómeno “Un área de experiencia condensada COEX”. Yo prefiero usar el término “Herida Arcaica”.
Heridas arcaicas tienden a ser aisladas en el cuerpo, depositadas en una suerte de cápsula de tiempo. Cuando te acercas, el cuerpo tiende a abrirse – descongelarse, y en la presencia de su­fi­ciente con­fianza, los recuerdos comienzan a desenvolverse, la cápsula de tiempo libera su conte­nido. El afectado se encuentra de nuevo en el aconte­cimiento experimentando todos sus olores, so­nidos, vistas y angus­tias. (Tomado de “The Heart of Listening” [“El Corazón para Escuchar”], 
Autor Hugh MILNE, Terapeuta Craniosacral. Tra­ducción Dr. Valentin Hampejs)
La sabiduría de las plantas revelaba dramáticamente la herida que había tenido por casi la mitad de la vida y con un cronometraje aparentemente impecable procedía a revelar y otorgarme el co­nocimiento de genuina misericordia y compasión.                                                                                
El perdón sana la culpa. Si no hay perdón, la herida se va profundizando. El cuerpo se endu­rece, porque el movimiento pone la herida al alcance: También evitamos sentimientos profun­dos por el miedo que podrían tocarla. Al suprimir iras creamos amar­gura, sentimientos atascados mediante el comer con exceso originan bilis y disfunciones hepáticas que pueden producir jaqueca o – años más tarde – cáncer, finalmente la muerte. Solamente el cliente que tiene la voluntad de soltar la ira del pa­sado y esté ca­paz de hacerlo puede liberarse de este patrón de la jaqueca, y esto frecuente­mente signi­fica to­mar en consideración una nueva identidad: “¿Quien sería si no estaría más eno­jado con mi ex - esposa? ¿Qué haría con toda esta nueva energía insólita que de re­pente tengo a mi disposición? (¡Dios mío, tendría que VIVIR!)”. Una vez desaparecida la herida, todavía  re­corda­mos el incidente. Si el trauma involucró la muerte de una persona amada, podemos recor­darla sin culpa. No habrá un torrente concomitante de tempestuo­sas emociones. El cuerpo del en­sueño no entra en una nueva vuelta de de­presiones y recri­minación. A otras personas involucradas en el trauma original, tanto vivas como muer­tas, se puede ver ahora simplemente y claramente como se­res humanos que cum­plan su agenda del día. (Tomado de “The Heart of Listening” [“El Corazón para Escuchar”],


(Autor Hugh MILNE, Terapeuta Craniosacral. Tra­ducción Dr. Valentin Hampejs)

Había más liberación y luego más liberación y creo más liberación cuando sentía las horas tempranas de esa mañana.

Me percataba de la intención implacable de las medicinas al iniciarme amorosamente pero con firmeza, con suavidad pero tenazmente en la sabiduría de sus enseñanzas.
Durante esas horas matutinas, con mi suprema prueba aparentemente calmada, miraba a tra­vés de lágrimas regocijadas a través y más allá del fuego sagrado para reconocer y honrar la pre­sencia protectora de los poderosos Guardianes que nos rodearon a todos durante la ceremonia de esa no­che.
Mi enfoque se movía luego hacia mi tribu alrededor del fuego. Ahí descubría que yo era el re­cipiente de una poderosa corriente de amor incondicional. Esto fluía hacia mí de las brillantes sonri­sas y corazones felices de Shiva, Durga y Christopher. Ellos habían viajado conmigo por toda mi ini­ciación y sostenido vigilantemente el espacio para mí a través de esa noche notable y mila­grosa.
Con sentimientos eufóricos me volví a la izquierda, y aquí estaba Valentin, otra vez sen­tado a mi lado, mirando hacia el interior del fuego y fumando su pipa como si no se hubiese mo­vido nunca en toda la noche.
Las Medicinas y el Maestro, que bendita colaboración de poderosa fuerzas curativas.

PURIFICACIÓN ENERGÉTICA
¡Verdaderamente, estaba en una magnífica compañía con todo!
            El repique de las campañas de la iglesia sonaba a las 6 AM, informando que se acercaba el alba y que la ceremonia del agua, grandemente anticipada, iba a realizarse pronto.
Después de 12 horas o más sin agua, era cierto que iba a ser un sublime néctar. Junto con la llegada del sol sobre la cresta de las montañas llegó Edna para realizar las ofrendas matutinas en acción de gracia y para la Ceremonia de Purificación.
El siguiente momento exquisito consistió en tomar el sol del Nuevo día, mientras que com­par­timos el desayuno delicioso de Edna. Cada bocado era una explosión deleitosa de sabor.
Así llegó nuestro primer ritual nocturno a su fin.
Habría de compartir tantas historias de todas las demás ceremonias y detallándolas toma­ría páginas. En lugar de ello he seleccionado y dramáticamente condensado algunos momentos de cada una, sabiendo que el lenguaje es inadecuado para expresar estas experiencias suma­mente EXTRA­ORDINARIAS, CONMOVEDORES Y CAMBIADORES DE VIDA.
Yo participaría en cinco ceremonias más.

Una de estas ceremonias incluyó una Caminata Shamánica 
de Poder cuesta arriba en las sel­vas montañosas de la Sierra Nevada, donde ingerimos San Pedro en un lugar ceremonial des­pués de 1 ½  horas de caminata. Llegamos a la cascada llamada “Las Venas del Dragón” luego de una hora adicional. Ahí cada uno de nosotros experimentamos una intensa y poderosa cura­ción ener­gética.
Me arrimaba a un caliente canto rodado en el sol, cuando Valentin apareció a mi lado.
Me volví hacia él y coloqué en su cabeza  el sombrero de  Shiva (de akubra) que tenía puesto. En un solo instante se había metamorfoseado en un anciano hermoso de los Aborígenes (Australianos), cuya cara sonriente se transformaba luego en una cara de inmensa congoja. Sen­tía que el corazón del anciano iba a romperse. Sentía su devastación y su dolor abrumador por las heri­das de su pueblo, nuestros hermanos y hermanas indígenas. La instrucción del San Pedro era que teníamos que en­contrar a los ancianos para poder realizar las curaciones. Entre lágrimas el an­ciano se me acercaba para hacer la más desesperada petición por un compromiso de buscar esta curación.
La cuarta ceremonia era solamente con Ayahuasca.
En esta ceremonia me encontraba con la mayoría de los síntomas que el ente de la enfer­me­dad me había asestado en mi ataque inicial, sobre el cual ya se ha podido leer. Me estaba per­do­nado el dolor de la cabeza. ¡Gracias, Abuela!
DEPURACIÓN ENERGÉTICA

Yo estaba muy inquietada por estos síntomas, pero Valentin aseguraba que iban a per­derse des­pués de purgarme más. Después de MUCHA depuración y habiendo dicho a Durga y a Valen­tin que NUNCA más iba a hacer “esto”, me arrastraba por el sendero de vuelta al fuego, to­davía acompa­ñada por náuseas y mareo. Entre los muchos ataques de tener que gatear hacia el campo para vo­mitar, me encontraba sentada derecha, quieta y silenciosa por largas horas de la ceremo­nia. En algún punto, después de que se habían calmado la náusea y el mareo, mi quietud parió un estado de gra­cia, con mi corazón rebosando de amor, el recibiente de transmisiones cu­rativas profundas de la Abuela Ayahuasca. De nuevo, me dio la bienvenida a casa.
Tristemente, algunos días después de esta ceremonia Durga partió para regresar a casa;  produciéndose un vacío en el grupo que nos hizo decidir posponer las venideras ceremonias. De esta manera se nos iba a dar también el descanso necesario para la asimilación e integración de las me­dicinas.
Seis días después, luego de varias discusiones de grupo, Shiva, Christopher y Valentin com­partieron otra ceremonia de Ayahuasca. Yo elegí descansar  por unos días.
Nuestra ceremonia final incluía dos ceremonias en un solo día, otra Caminata Shamánica de Poder y una ceremonia nocturna con Ayahuasca.
Esta vez hicimos una caminata de dos horas por las montañas de los Andes cerca de la casa de Valentin para compartir las adivinaciones de otra cascada asombrosa (“Los Leones”) e ingerir el San Pedro. De nuevo, la presencia de los elementos era muy fuerte en este lugar. Mien­tras Shiva y Christopher volvieron a la cascada para comunicarse con estos elementales, Valentin y yo conversá­bamos sobre mitología y Jung junto al fuego, y San Pedro compartía para mí su ver­sión emocionante del Mito de la Santa Grial.
Lamentablemente, pronto llegó la hora de regreso.
En el camino de vuelta a la casa de Valentin, experimentaba efectos visionarios fuertes y un estado como sin piernas (no muy provechoso para una caminata). También sentía un distintivo endu­recimiento al introducirnos a la civilización. Llegando a la casa de Valentin descubrí que acostán­dome en la tierra junto al jardín del San Pedro era la panacea para esta sensación de mis extremida­des endurecidas. Allí nosotros, los tres, nos entregábamos enteramente a las biena­ventu­ranzas de Pachamama (Madre Tierra). ¡Un espacio en nuestros corazones que permanecerá para siempre!
El descanso de Shiva era corto, su trabajo comenzaba de nuevo por la necesidad de aten­der las inmensas energías que estaban presentes. Pronto pudo oírse el todo penetrante sonido del Yidaki (Didgeridoo), cuando Shiva estaba proporcionado al paisaje una poderosísima curación.
Con las entidades oscuras expulsadas con fuerza y su intensidad aligerada, la transición hacia la ceremonia nocturna era evidente.
Valentin sugirió que continuáramos abajo, en el sitio ceremonial. 
Cerca de las 5 PM ya había pasado un largo día. Me sentía terminada o tal vez era sola­mente no terminada. Esta sensación se cambió pronto por el placer de observar a Valentin, Edna y sus ni­ños, Alejandro y Emmanuel, cuando ellos prepararon el lugar para el ritual de la noche. Particular­mente el juego mágico de su hijo menor, Emmanuel, con la espada era un deleite.
A esto seguía una visita de Mescalito, el espíritu juguetón y travieso tanto del cacto de San Pedro como de Peyote. El había venido para encontrar y reconocer a Valentin por su largo y dedi­cado servicio. Yo estaba esperando que fuera a quedarse a lo largo de toda la ceremonia noc­turna, porque me parecía sumamente inspirativa su afectuosa camaradería y la energía de Mes­calito. Sen­tía una decepción compartida entre los tres cuando se despedía.
Tres horas más tarde con las oraciones de protección e invocación completadas por Va­lentin, era tiempo para beber. Con respeto tomábamos de la Abuela Ayahuasca.
La noche por delante resultaba ser larga y laboriosa con mucha purga.
En mi visión, los guerreros indígenas de la tierra estaban alrededor de nosotros durante esa no­che. El Yidaki cantaba los espíritus de los Aborígenes Australianos hacia adentro de la ce­remonia, expre­sando sus dolores por el daño hecho a la tierra y su gente. Nosotros llorábamos las lágrimas doloro­sas de la tierra y su gente, llorábamos las lágrimas de todos nosotros que somos tan ape­sadumbra­dos.
Las purgas parecieron suceder con sincronismo cada vez que la medicina me mostraba escenas de daños ambientales y temas sexuales y me comunicaron transmisiones de la Madre Tie­rra, mostrándome su curación por medio de mujeres, danza sagrada y cánticos.
Las Campanas de la iglesia a las 6 AM, luego el alba y la Ceremonia del Agua suministra­ron un respiro inmensamente bienvenido y algún alivio al ritual de esa noche, que fue predomi­nantemente oscuro y arduo.
Unas pocas horas después, con la llegada de Edna para celebrar la ofrenda en acción de gra­cias estaba por terminarse nuestra ceremonia final.
El siguiente domingo marzo 5, luego de afectuosos adioses con Valentin, Edna y familia, Shiva y Christopher me acompañaron al aeropuerto de Mérida para comenzar mi regreso a casa. Triste­mente dejaba mis hermanos allí y volaba a Caracas y luego a Buenos Aires.
¡Allí, yo, la danzarina, me puse mis zapatos y bailaba el Tango!
Puedo comunicarles las maravillosas nuevas que desde mi regreso a casa                          


¡NO TENGO SÍNTOMAS DE  ESTA FATIGA DEBILITANTE!
Para terminar mi historia, la historia que vivirá conmigo y dentro de mí para el resto de mi vida, ahora un ensayo sincero de expresar lo inexpresable:
Con mi gratitud más profunda me inclino honrosamente ante el Espíritu Supremo.
Quien dirige todos mis pasos en este Peregrinaje sobre la Tierra
Om Paramatmane Namaha

Ante la Diosa Lakshmi por derramar sus abundantes gracias.

Om Shrim Maha Lakshmiyei Swaha

Y al Médico Celestial Sri Dhanvantari.

Por sus expertos medios
Om Shri Dhanvantari Namaha
Con mi gratitud más profunda me inclino honrosamente ante las Sagradas Plantas Maes­tras.
 Por dotarme de su sabiduría curativa. Por su poderosa y precisa perspicacia en mis heri­das y por compartir conmigo directamente informaciones sobre la curación de esta tierra anti­gua y su gente. Gracias.


Con la Gratitud más profunda me inclino honrosamente ante el Mescalito.


SAN PEDRO- WACHUMA - MESCALITO
El espíritu del San Pedro y del cactus de Peyote por agraciarnos con su compañía delei­tosa du­rante las Ceremonias. ¡Qué privilegio poder experimentar su energía, Señor! ¡Gracias!
 Con la Gratitud más profunda me inclino honrosamente ante Shiva, mi hermano precioso.          Om Namah Shivaya.  
Por tu humanidad. Por revelarme quien soy. Por revelarme quien eres. Por compartir con­migo lo inimaginable que hay dentro de estos mundos extensos e inmensos que conoces. Por tus increí­bles habilidades en el ejercicio de tus talentos extraordinarios. Por sostener mi mano lo largo de todo el camino hasta el umbral. Por tu siempre constante y respetuosa vigilancia en esta tarea y más allá de ella. Por tu humildad y tu humor. Estoy bendecida para siempre por ser tu hermana. Gracias.

Con la gratitud más profunda me inclino honrosamente ante el queridísimo Valentin.

Por tu imperioso manejo del Éxtasis Shamánico de la Conciencia. Christopher constató en uno de sus relatos sobre ti: “Un Shamán con experiencia y de linaje, inexplicables sin haber estado sen­tado junto a él”. Bueno, yo estaba sentada a tu lado dentro y fuera de las ceremonias y de buena gana convengo con Shiva. Ambos sentíamos ya antes de encontrarte y de haber pasado poco tiempo en tu compañía que el saber de nuestros corazones se había confirmado y que tú eres “Nuestro Hombre en los Andes”. Valentin, tu fe, compasión y humildad es inspiración. Con mi su­premo respecto y amor. Gracias.
Con mi gratitud más profunda me inclino honrosamente ante Durga.
¡Porque estás aquí! ¡Inconcebible que casi no habías venido con nosotros! Hemos com­partido muchas experiencias asombrosas hasta la fecha, pero algunas experiencias compartidas en las ce­remonias y en este viaje son – para mí – la expresión poética de la hermosura en la co­nexión de nuestras almas. Hermana preciosa, tu papel que jugaste en el proceso de grupo es re­conocible, tu salida había creado un inmenso vacío para nosotros y una dolorosa separación para ti. Por tu mano amorosa de amiga al unirte conmigo para apoyarme en mi curación y por tu cons­tante cuidado, pro­tección y consideración. Todos estos años nos condujeron a este viaje. Gracias.
Con mi gratitud más profunda me inclino honrosamente ante Christopher.
Por tus constantes incentivos. Por tu paciencia de Santo con mis intenciones de conversar en español, por compartir conmigo tus preciosos “Oreos”, por todo la diversión que habías apor­tado, todas tus risas (...tienes mucha alegría en ti) y por todas tus lágrimas. ¿Christopher, en tus sueños más feroces habrías podido concebir jamás semejantes cabalgatas físicas, emocionales o espiritua­les como aquellos momentos extraordinarios de lucha y bienaventuranza que experi­mentábamos y atestiguábamos? Por compartir todo esto, hermano. Gracias.
           Con la Gratitud más profunda me inclino honorablemente ante Edna,
                                         
Nuestros corazones se conectaron en nuestra primera reunión y así se quedarán. Yo nunca me olvidaré de tu apoyo amoroso durante nuestra estadía en Venezuela. Yo siempre recor­daré tu cara sonriente, hermosa que nos saluda por la mañana asolada, para compartir tus ora­ciones de gratitud y el desayuno celestial, después de nuestras noches largas de la ceremonia. Nuestras experiencias nos han conectado a todos para siempre. Muchas gracias, hermana de corazón.
Con mi gratitud más profunda me inclino ante ti, querido lector, por compartir conmigo las his­torias de las heridas de mi alma humana y aquellas de nuestra preciosa Madre Tierra. Gracias.
Me despido por ahora con las siguientes líneas tomadas de “Here All Dwell Free” (Aquí to­dos moran en libertad) de Gertrude MUELLER NELSON:
Entonces, nuestra responsabilidad es encontrar y conocer la historia que es la pro­pia nues­tra. Luego nos aferramos a ella, escogiendo de sufrir el conflicto que nos tira hacia atrás en nuestro destino y hacia delante, hacia nosotros mismos. Cuando devenimos ser cu­rados y autónomos vol­vemos de nuevo a nuestra comunidad e historia, ofreciendo nuestros dones para beneficiar a todos y asumiendo nuestro lugar como co-creadores de nuestros destinos personales y colectivos. Estas tres tareas, aun­que de naturaleza evolutiva en la naturaleza, no tienen que realizarse necesaria­mente en un orden es­calado, pero cíclica­mente a la redonda y de nuevo a la redonda, más y más hondo, porque crecemos en con­ciencia y responsabilidad... Solamente donde nos permitimos ser enteramente humanos, puede en­contrarnos el Espíritu, y allí encontramos a nosotros mismos en verdad, tal como sería por primera vez. Allí todos moran en libertad. (Traducción Dr. Valentin Ham­pejs)
Con las palabras de los Lakota Sioux: 
Aho Mitakuye Oyasin – Con todas mis relaciones,
Somos una familia.
 One Love, Lakshmi – Un solo Amor, Lakshmi.


5 comentarios:

  1. Hola es muy intersante el tema de la medicina shamanica, me encanto tu historia porque me diagnosticaron esclerosis multiple hace 4 meses, pero estoy seguro que ya la tenía desde hace varios años atras pero se había mantenido más o menos oculta hasta mayo de este año que me dio el primer brote.
    El proximo mes realizare un viaje a Perú y quiero aprovechar para ir a una ceremonia para curar la MS., espero poder encontar a un buen shaman.
    Saludos.

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    1. Hola Fer, me gustaria saber tu expereiencia desde 2014, ¿pudiste ir a Peru?¿tomaste Ayahuasca?¿Como esta tu MS?

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Fue durante mi investigación sobre el VIH/Herpes que me topé con la información sobre el VIH/Herpes; información que es bastante fácil de encontrar al hacer una búsqueda de ETS en google. Yo estaba en la conspiración en el momento pensó en el VIH / Herpes Cured 'ser una conspiración era algo Ignorancia sin embargo, me pareció bastante interesante acerca de la medicina a base de hierbas. Hice preguntas sobre la cura a base de hierbas en los sitios web oficiales de VIH / Herpes y me prohibieron por hacerlo por los moderadores que me dijeron que estaba repitiendo la propaganda del VIH / Herpes. Esto reforzó mi creencia de que hay una cura para el VIH / Herpes Entonces me encontré con una señora de nombre alemán Achima Abelard Dr. Itua curar su Hiv así que le envío un correo sobre mi situación luego hablar más sobre él y me envía su medicina a base de hierbas que bebí durante dos semanas. Y hoy estoy curado no Hiv / Herpes en mi vida, busqué grupos Hiv / Herpes para tratar de hacer contacto con la gente con el fin de aprender más acerca de Hiv / Herpes Herbal Cure's creí en este momento que con la misma enfermedad esta información es útil para usted y yo quería hacer lo mejor que podía para difundir esta información con la esperanza de ayudar a otras personas. Que el Dr. Itua Herbal Medicine me hace creer que hay una esperanza para las personas que sufren de, Parkinson, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Bechet, enfermedad de Crohn, enfermedad de Cushing, insuficiencia cardíaca, esclerosis múltiple, hipertensión, cáncer Colo_Rectal, Enfermedad de Lyme,Cáncer de sangre,Cáncer de cerebro,Cáncer de mama,Cáncer de pulmón,Cáncer de riñón,Hechizo de amor,Psoriasis,Hechizo de la lotería,Enfermedad,Esquizofrenia,Cáncer,Escoliosis,Fibromialgia,Síndrome de toxicidad por fluoroquinolonas,Fibrodisplasia osificante progresiva. Infertilidad, Enfermedad de Tach, Epilepsia, Diabetes, Enfermedad celíaca, Artritis, Esclerosis lateral amiotrófica, Autismo, Enfermedad de Alzheimer, Carcinoma adrenocortical. Asma, (sarampión, tétanos, tos ferina, tuberculosis, poliomielitis y difteria)Enfermedades alérgicas.Enfermedad de Parkinson,Esquizofrenia,Cáncer de pulmón,Cáncer de mama,Cáncer colo-rectal,Cáncer de sangre,Cáncer de próstata,siva. Insomnio familiar fatal Mutación del factor V Leiden ,Epilepsia Enfermedad de Dupuytren,Tumor desmoplásico de células redondas pequeñas Diabetes ,Enfermedad celíaca,Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob,Angiopatía amiloide cerebral, Ataxia,Artritis,Escoliosis lateral amiotrófica,Fibromialgia,Síndrome de toxicidad por fluoroquinolonas,Fibrodisplasia osificante progresiva,Convulsiones,Enfermedad de Alzheimer,Carcinoma adrenocortical. Asma,Enfermedades alérgicas.VIH_ Sida,Herpe ,Copd,Glaucoma., Cataratas,Degeneración macular,Enfermedad cardiovascular,Enfermedad pulmonar.Agrandamiento de próstata,Osteoporosis.
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